Estos días no son para estar encerrados en casa!. Son tiempos para jugar a fútbol, o a básket. Son para ir al teatro o al cine. Para patinar sobre hielo. Pero también es para ir a un clásico de enero; al Saló de la Infància. Un lugar donde los más pequeñajos se lo pasan pipa.
Tengo que reconocer que nunca he ido, pero este año sería un buen momento para hacerlo.
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