Felipe González es un ecantador de serpientes. Cualquier entrevista que le hacen parece hecha a medida para él. No es porque el periodista sea un pelota profesional. Al contrario, puede ser lo más hostil y aún así quedarse embrujado por la puesta en escena de Felipe.
No estoy seguro de sí eso es bueno o malo, o si es una cualidad en sí misma o no, pero lo que está claro es que a un político como él le es extremadamente útil para ir revalidando mayorías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario