El Golfo Pérsico comienza a parecerse al juego "Hundir la Flota" en versión gigante. Entre las minas de irán, los petroleros bajo bandera americana, las escoltas navales de medio planeta y los barcos hundidos, tenemos un panorama bastante turbio en la zona. El penúltimo caso de esta deriva ha sido el hundimiento del petrolero japonés "Nisshin Maru" por parte de patrulleras irakís (aunque todavía el cómo es confuso, está claro el quién).
Hay algo que me sorprende, la tímida reacción de Japón, tipo "Condenamos este acto" y punto. Hay una sensación de que la zona es tan absolutamente compleja y con tantísimos intereses cruzados, principalmente por el petróleo, que nadie quiere oír hablar de guerra o castigo militar ni contra Irak, ni contra Irán. Se va a apostar por la solución negociada del conflicto en la zona, con el auspicio de la ONU.
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