Ya quedan pocas horas para acabar 1987. Un año que he intentado recoger lo mejor que he podido en este blog. Se me han escapado un montón de cosas, seguro que sí, pero sólo quiero que al leer estas entradas, un trocito de vuestra alma conecte con estos momentos vividos y experimentéis vuestras propias reacciones al recordarlo.
Este blog sigue, con un año nuevo, apasionante, y quiero que esta familia, que sois vosotros, se haga cada vez más grande. Os agradezco infinitamente todo el cariño que me habéis dado durante estos 365 días.
Os deseo lo mejor para este año bisiesto que comenzará en unas horas. Cada año que empezamos es como un regalo por abrir, con la ilusión de un niño en Navidad, retirando con voracidad el envoltorio y preguntándose "¿qué será?¿qué habrá dentro?". Que vuestra caja 1988 esté repleta de magia, felicidad, salud, amor y prosperidad.
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