Ayer no fue el mejor día para el presidente de la República Federada de Yugoslavia. Lazar Mojsov (67)(República Fed Macedonia). Ya os conté que la Presidencia es rotatoria entre todas las Federaciones que conforman Yugoslavia.
Mojsov presentó ayer los presupuestos de Yugoslavia. Unos presupuestos muy ajustado; con dos objetivos: abrirse a la economía de mercado y reducir la brutal inflación - un 120% - que está sufriendo el país en estos últimos meses. A poco de la presentación, Lazar Mojsov se desmayó. No os preocupéis, a la media hora ya estaba bien. Parece que ha sido más una cuestión de tensión (nervios) que de tensión (arterial).
La ciudadanía estaba esperando con muchísima atención este discurso, pues le va muchísimo en ello.
También se esperaba el discurso del primer ministro de Yugoslavia, Branko Mikulic.
Una vez superado el susto de Mojsov, llegó el importante mensaje: Se apuesta por la mejora de la competitividad de las empresas yugoslavas, fomentar el crecimiento del sector privado, retomando las medidas de estabilización económica de 1983, que en su momento no se aplicaron. Otro punto importante del discurso de Mojsov es que las empresas que no funcionen, que no sean viables se cerrarán.
Otras medidas económicas que traen estos presupuestos: fomento del ahorro de la Administración, limitación del gasto público, disminución de la presión fiscal sobre el sector privado.
Por su parte, el primer ministro, Mikulic, puso el acento en la idea de que "el esfuerzo colectivo es el único remedio para salir de la crisis".
El presupuesto será estudiado por el Parlamento federal así como por las distintas repúblicas y provincias autónomas, teniendo un mes para aprobarlo.
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