El sábado salió un artículo en "La Vanguardia" en la sección de ciencia, en la que se hacía una reflexión desde el punto de vista pedagógico sobre cómo las Nuevas Tecnologías podían cambiar nuestra forma de aprendizaje.
Al leerlo, me pregunté cómo me ayudarían a mí. En casa no tenemos ordenador, así que uso principalmente los de las salas de informática en el colegio. ¿Me ayudaría tener uno en casa? Definitivamente.
Ahora los ordenadores son máquinas de escribir con capacidad de corregir sin necesidad de poner líquido corrector y lo que es más importante, te permiten guardar lo que has escrito en un floppy de 5 1/4 o de 3 1/2 (alguno he visto!).
Puedes programar con ellos, pero para eso tienes que dominar algo el sistema de programación "Basic". He visto hacer cosas increíbles con ellos, el juego del tenis, el del gorila, el reloj (esto me entró en examen).
Van saliendo algunos programas, pero están básicamente orientados al ocio: juegos para el ordenador. La pregunta es ¿podemos aprender con esos juegos? Va a depender de las compañías y en la respuesta del mercado. Si hacen un programa que se llame "juguemos con las matemáticas" y sólo lo van a comprar los apasionados del "Commodore" pues no va a ir muy lejos.
Una cosa que no se ha comentado en el artículo y en lo que llevo unos días pensando es en ese servicio que va a ofrecer telefónica, el Ibertext , o Videotext. Hace poco hice una entrada sobre ello. Un sistema que permite que mediante una computadora, un software, un modulador y un teléfono, puedas conectarte a una red de sistemas y a través de ellas puedas hacer la compra desde casa, u operaciones bancarias. En ese artículo, y de pasada, comentaba que también podías acceder a bases de datos. Es esta posibilidad la que brindaría más posibilidades educativas. Imaginaros, queréis hacer un trabajo sobre el Museo de la Ciencia, y no os apetece ir. Conectáis con la base de datos del Museo y hacéis la investigación. El problema, según me contado un amigo que es un auténtico pirado de estas cosas es que se necesitan dos cosas que no existen: una red de teléfonos que funcione - "Si en una llamada entre dos puntos de la misma ciudad ya se te cuelga, imagina con dos computadoras conectadas" - me dijo. Otro punto es que esa base de datos requiere una capacidad de memoria que ahora no tenemos. "Lo tendrá el Pentagono, pero no los ciudadanos comunes y corrientes".
Por cierto, el dibujo es del magnífico ilustrador de La Vanguardia, "Krahn", Fernando Krahn (42). Chileno de nacimiento, y ciudadano de Sitges (Barcelona) de adopción. He descubierto su obra a través de sus dibujos publicados en "La Vanguardia" desde 1984, que es cuando comenzó a trabajar para este periódico.
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