El pasado miércoles 18, el Metro de Londres vivió uno de sus días más trágicos al incendiarse la estación de King's Cross St. Pancras. El resultado: 30 muertos y 20 heridos de gravedad. Se desconoce con exactitud cómo se originó, aunque testigos presenciales de la tragedia afirman que pudo comenzar en la escalera mecánica de madera, que data de antes de la II Guerra Mundial. Margaret Thatcher (62), primera ministra británica, acudió ayer al lugar de los hechos, y prometió que se haría una investigación exhaustiva.
¿Qué sabemos?
El incendio comenzó a las 19:30 del miércoles. Con unas 32.000 personas en hora punta moviéndose por una de las estaciones más importantes de Londres, ya que en ella confluyen cinco líneas y está enlazada con la red de ferrocarril. Debbie Wren, empleada del Metro, dio la voz de alarma al ver las llamas que subían por la escalera mecánica de madera. Esta escalera da a una de las salas de entrada de la estación. A los 16 minutos de la alarma, los bomberos ya estaban trabajando en la extinción del incendio.
Hasta las 23:42 el incendio no pudo ser extinguido. A esa misma hora llegaron los primeros datos oficiales de víctimas: 30 muertos y 80 heridos de diversa gravedad.
Como sólo hay una salida en la estación, el espacio se convirtió en una auténtica ratonera. Otros pasajeros decidieron protegerse del fuego en los lavabos de la estación, aprovechando que las puertas dobles impedían que entrara el humo.
En unos días se facilitará el informe sobre lo sucedido. Como siempre en estos casos, no faltan los expertos que afirman - seguro que con muchísima razón - que la tragedia podía haberse evitado (instalación de extintores, detectores de humo, alarmas, señalizaciones y salidas de emergencia).
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