Y no hay dos sin tres. Después de la URSS y de Polonia, toca Hungría. El Comité Central del Partido Comunista de Hungría. ha llegado a la importante conclusión de que es importante un cambio en la ideología, que acompañe a las reformas económicas y políticas para que estas tengan éxito.
Janos Berecz (57), secretario de del Comité Central, en funciones de portavoz, llevó la frase que os he comentado en la entrada de la noticia a pasiva: "La apertura política y económica no será posible en Hungría si no se lleva una nueva valoración de la ideología".
Estas palabras fueron dichas tras evaluar los resultados de la Sesión Plenaria del Comité Central del Partido Socialista Obrero Húngaro (Magyar Szocialista Munkáspárt MSZMP), en el gobierno desde 1956.
Por otra parte, el jefe del Gobierno, Karoly Grosz (57) afirmó ayer que el próximo 16 de diciembre habrían cambios en el Ejecutivo. "Una sociedad en permanente evolución exige que las instituciones húngaras también evolucionen". Uno de esos cambios podría ser - coged la afirmación con pinzas - la liberalización de la política en Hungría, es decir, apostar por el pluralismo político. Grosz aprovechó para lanzar una cuantas andanadas contra la oposición a estas reformas: "Hay gente en Budapest que está entorpeciendo las reformas".
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